viernes, 28 de octubre de 2011

Buñuelos de viento...

...o de aire...



Ya que estamos en época de "santos", aquí van los buñuelos...
Y lo mejor de todo es que se preparan con ingredientes que tenemos todos en casa: harina, huevos, azúcar, leche...



La parte más complicada en el momento fritura, que tiene su técnica. No creáis que los primeros os saldrán perfectos pero poco a poco llegaréis a hacerlos de esa forma perfectamente redonda. Yo he tenido la inestimable ayuda de un pinche matemático que se ha encargado del tema: "figura geométricamente perfecta: el círculo".



Como siempre digo, ¡os animo a intentarlo! Vamos a ver...

Ingredientes:

300 ml de leche
1/4 vaso de agua
corteza de un limón
cucharada de esencia de vainilla
pizca de sal
cucharada de mantequilla
120 grs de harina
3 huevos

Aceite de girasol para freir
Azúcar y canela para el rebozado final


Aromatizamos la leche: en un cazo calentamos el agua, la leche, la vainilla, la corteza del limón y una pizca de sal durante unos 15 minutos.
Colamos esta preparación y volvemos a verter en el mismo cazo junto con la mantequilla. Al fuego.

Cuando empiece a hervir, lo separamos del fuego e incorporamos la harina de una sola vez. Removemos con una cuchara de madera y lo colocamos de nuevo sobre el fuego hasta que la masa se separe de las paredes del cazo (¡que no se queme!).

En un bol batimos los huevos, y los vamos incorporando a la masa anterior (sin dejar enfriar) hasta que estén incorporados en su totalidad. Aquí hay que tener un poco paciencia...

En un cazo bastante profundo incorporamos suficiente aceite para freír (yo utilizo aceite de girasol porque no quiero que los dulces tengan un sabor fuerte a aceite, pero podríais utilizar aceite de oliva muy suave, 0,4º).

Con dos cucharillas, vamos formando los buñuelos, de forma más o menos redonda y los añadimos al aceite bien caliente. Freímos y colocamos en un plato con papel absorbente.

Mezclamos azúcar y canela a nuestro gusto y rebozamos los buñuelos.

2 comentarios:

  1. Ahí, ahí, Pepe, que se sepa quién es el verdadero artífice que se esconde detrás de las exquisiteces de tu hija... Tú sí que eres un buen "Kitchen Aid". Jaja

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