martes, 22 de enero de 2013

Apple Beignets with Caramel Sauce


Todos los que me conocen saben que me encanta la repostería norteamericana y hay quien dice que estas recetas están llenas de calorías, pero yo les diré a los escépticos que prueben estos fritos de manzana, les encantarán. Estos son unos dulces típicos de New Orleans, y suelen hacerse acompañados de azúcar glacé o, incluso, con frutas. En nuestro caso, con manzanas. Hay miles de recetas para los "beignets"pero la que yo os propongo hoy... ¡uau!

Los fritos de manzana hay que servirlos calientes. Nosotros hemos decidido acompañarlos con esta salsa de caramelo para que añada dulzor a la receta.

¡Disfrutadla!


Ingredientes:
1 taza de azúcar
3 cucharadas de mantequilla
1/4 taza de agua
4 cucharadas de ron oscuro (u otro licor/vino dulce)
1/2 cucharadita de vinagre de manzana
6 cucharadas de nata líquida
2 o 3 manzanas grandes tipo golden
1 + 1/2 taza de harina
1 cucharadita de levadura
1 huevo
3/4 taza de sidra
aceite para freir
azúcar glacé

Empezamos preparando la salsa de caramelo: calentamos el azúcar en una sartén. Una vez se haya derretido y se vuelva marrón, incorporamos la mantequilla, el agua, el ron, el vinagre y la nata. Removemos bien, durante unos 10 minutos, o hasta que obtengamos una salsa suave. Reservamos.

Pelamos y cortamos en rodajas las manzanas.

En un bol, mezclamos la harina, la levadura, el huevo y la sidra. La mezcla nos debe quedar densa. Introducimos las rodajas de manzana en ella.

Calentamos una sartén con abundante aceite y freímos la manzana hasta que nos queden doradita. retiramos y dejamos escurrir en papel absorbente.

Servimos calientes espolvoreados de azúcar glacé y acompañados de nuestra salsa de caramelo.

lunes, 14 de enero de 2013

Crème brûlée


Siento que este año no haya podido publicar ningún dulce típico navideño, pero de un mes a esta parte han surgido cosas interesantes, que no me han dejado escribir todo lo que me gustaría. Una de esas cosas interesantes es que he comenzado a colaborar con un periódico local: Santiago Siete, así que me tendrá un poco más entretenida de lo que solía estar.

Pero vamos a lo que realmente nos interesa: una nueva receta. Esta vez, un postre francés: la "Crème brûlée", uno de los postres más famosos del mundo. La primera mención de esta receta data de finales del siglo XVII en un libro de repostería del cocinero francés François Massialot. Hay quien duda de sus orígenes y opinan que la crema es originaria de la cocina inglesa e incluso catalana, pero, sin duda, es un postre delicioso. 

Se realiza con ingredientes sencillos. Aunque es importante contar con dos utensilios imprescindibles: moldes/cazuelitas para crème brûlée y un quemador (ambas cosas podéis encontrarlas en cualquier tienda de menaje, los míos han sido un regalo de Reyes y son de "Casa").


Pues allá vamos.

Ingredientes (para cuatro cremas):
2 tazas de nata (o leche entera ecológica)
1/2 taza de azúcar
1 vaina de vainilla
3 yemas de huevo
1/4 cucharadita de sal
Más azúcar para quemar

Antes de empezar, preparamos una tartera lo suficientemente grande como para que podamos colocar los moldes que vamos a utilizar. Incorporamos un poco de agua, para poner al baño maría. Precalentamos el horno a 150º.


En un cazo, incorporamos la nata, la mitad del azúcar y la vainilla (rompiéndola a la mitad, para que suelte las semillas). Calentamos, sin que llegue a hervir.

Por otro lado, batimos en un bol las yemas con el azúcar restante.

Cuando la nata esté caliente, temperamos los huevos: esto es, con la ayuda de un cucharón, incorporamos una cucharada de nata a las yemas, sin dejar de batir. Añadimos dos cucharadas más y seguimos batiendo. Finalmente, incorporamos las yemas al cazo con la nata y ponemos a fuego muy suave unos 3 minutos, sin que llegue a hervir.

Retiramos la mezcla del fuego y colamos la mezcla con un tamiz. Repartimos la crema en los moldes que hemos preparado al baño maría e introducimos en el horno durante unos 20 minutos o hasta que estén firmes.


Envolvemos los moldes en film transparente y los dejamos reposar/enfriar en una rejilla, al menos, dos horas (se mantienen frescos durante un par de días).

Antes de servirlos, retiramos el film e incorporamos una cucharada de azúcar sobre la superficie. Con ayuda de un quemador, caramelizamos la capa externa de la crema. Servir inmediatamente.