jueves, 29 de diciembre de 2011

Christmas Cookies




¿Qué tal ha ido la Navidad? Aún quedan fiestas que celebrar, así que aquí os traigo unas simples galletas que, aunque las he llamado de Navidad, pueden hacerse en cualquier momento.
La receta base es de Nigella Lawson, pero yo he modificado algunas cantidades para que queden más dulces.
Son bastante sencillas y no hay mucho más que explicar. Unas las hemos glaseado y otras las hemos decorado con chocolate, pero ambas versiones son deliciosas...

Entonces,

Para las galletas:
300 grs de harina
una pizca de sal
1 cucharadita de bicarbonato
2 cucharaditas de canela
100 grs de mantequilla
100 grs de azúcar moreno
2 huevos batidos con 4 cucharadas de miel

Para el glaseado:
150 grs de azúcar glacè
2 cucharadas de agua

Para la cobertura de chocolate:
100 grs de chocolate

perlas de azúcar de colores

En un bol, colocamos la harina, el bicarbonato, la canela y la sal. Colocamos en la amasadora (en mi caso, KitchenAid) y vamos añadiendo poco a poco la mantequilla y el azúcar, los huevos y la miel. Dejamos que se vaya amasando (o podemos usar las manos) hasta que quede una masa que no se nos pegue a los dedos.
Separamos la masa en dos partes y hacemos dos discos. Uno de ellos, lo envolvemos en film transparente y lo dejamos en la nevera, mientras trabajamos la otra parte.
En superficie enharinada, desenrollamos el disco y lo estiramos hasta que tenga unos 5 mm de espesor.

Cortamos con los moldes que nos gusten, y colocamos sobre una bandeja de horno con papel de hornear.

Una vez terminado, estiramos el otro disco y hacemos la misma operación.
Se colocan en el horno precalentado a 170º, durante unos 15 minutos. Hay que estar atentos porque se queman enseguida.

Para el glaseado, se mezclan azúcar y agua, y se vierten sobre las galletas.
Para la cobertura de chocolate, se deshace en el microondas con cuidado de no quemarlo y se vierte sobre las galletas.

Se adorna con las perlitas de chocolate antes de que los glaseados se endurezcan.



miércoles, 21 de diciembre de 2011

Galletas Navideñas de Jengibre


¡Si es que se me echa el tiempo encima! y no quería dejar de desearos una Feliz Navidad con unas ricas galletas de jengibre... Son muy sencillas y ya que estos días los peques están en casa, ¡¿qué mejores ayudantes?!


Yo tengo estos moldes de Ikea pero en cualquier tienda de cocina las encontraréis. El icing decorativo no es tan difícil como parece, pero si no os apetece pasar tanto tiempo en la cocina, podéis prescindir de ello, quedan igualmente deliciosas. En cuanto a los ingredientes, los de siempre: harina, mantequilla, huevo y... está claro, jengibre.


Os encantarán con un buen tazón de leche calentita en estas tardes de invierno.

¡Que las disfrutéis!

Ingredientes:
125 grs de mantequilla ablandada
60 grs de azúcar moreno
90 grs de sirope de maíz (o en su defecto, miel)
1 huevo batido
300 grs de harina
1 cucharadita de jengibre rallado
1 cucharadita de bicarbonato

Para la decoración:
1 clara de huevo
unas uvas pasas
1/2 cucharadita de zumo de limón
155 grs de azúcar glacè
colorantes alimentarios

Con unas varillas eléctricas, batimos la mantequilla, el azúcar y el sirope (o miel) hasta que tengamos una crema clara. Añadimos el huevo poco a poco. Incorporamos el resto de ingredientes secos: harina, bicarbonato y jengibre, hasta formar una masa que no se nos pegue demasiado a las manos. Sobre una superficie enharinada, amasamos (aquí pueden ayudar los peques).

Colocamos la masa entre dos papeles de horno y con ayuda de un rodillo la vamos estirando hasta que quede de unos 5 mm de grosor. Refrigeramos encima de una tabla durante unos 15 minutos.


Con ayuda de los moldes, vamos cortando las formas y colocando sobre una bandeja de horno. Si hacemos hombres de jengibre, les colocamos las pasas a modo de ojos.


Horneamos unos 10 minutos a 180º.

Para el glaseado, batimos la clara de huevo con las varillas eléctricas. Cuando comiencen a subir, añadimos el zumo de limón y el azúcar glacè.
Dividimos el glaseado en diversos boles y los coloreamos con los colorantes que nos apetezcan.


Podemos hacer una especie de "embudo" con un trozo de papel de hornear, para poder pintar con más precisión. Decoramos nuestras galletas como más nos gusten.


martes, 6 de diciembre de 2011

Angel food cake with raspberry jam


Esta receta se hizo muy popular a finales del siglo XIX entre las amas de casa en Norteamérica con la llegada de las máquinas amasadoras y batidoras. Algunos historiadores creen que este pastel lo comenzaron a preparar los esclavos Afro-Americanos del sur de Estados Unidos por esta época, y  actualmente sigue siendo un postre tradicional.


Pero no debemos confundirlo con un simple bizcocho, ya que su consistencia y su sabor es totalmente distinto. Esto se debe a que no lleva levadura y además, se realiza con gran cantidad de claras montadas a punto de nieve. Por lo que, si no tenéis unas varillas eléctricas, una KitchenAid o una máquina similar, no os será fácil de realizar.
Otra característica de este pastel es el tipo de molde que se utiliza: circular con un agujero.

No es un pastel pesado, ya que la ausencia de gran cantidad de harina, de las yemas del huevo, así como de mantequilla u otra grasa, lo hace ligero y apto para aquellas personas que no quieren "pasarse" con las calorías. Ya sabéis, un "Alimento de Ángeles".

En contrapartida, existe una variedad, que realizaremos otro día, y que se llama "Devil's Food Cake" (Comida del Diablo), por estar realizado con chocolate y mantequilla. Pero hoy, vamos a lo que vamos...



Además, esta vez lo hemos acompañado con una mermelada casera de frambuesa. Pero podríais preparar una salsa de chocolate o simplemente espolvorearlo con azúcar glacé y acompañarlo con un café con leche.

Ingredientes para un molde redondo de 22 cms de diámetro:
100 grs de harina
200 grs de azúcar glacé
8 claras de huevo
1 cucharadita de bicarbonato
una pizca de sal
una pizca de esencia de vainilla

En un bol, mezclamos la mitad del azúcar glacé y la harina. Reservamos.

En otro bol, añadimos las claras de huevo, la sal y el bicarbonato. Batimos con unas varillas eléctricas hasta que se formen picos, durante unos 6-7 minutos. Gradualmente incorporamos el resto del azúcar glacé.


Añadimos la vainilla e incorporamos sobre el merengue la mitad de la mezcla de harina y azúcar. Removemos con una espátula y con mucho cuidado de que no se nos bajen las claras. Repetimos con el resto de la mezcla de harina y azúcar.


Vertemos sobre un molde redondo sin engrasar ni enharinar (esta parte es importante, ya que influiría en el sabor original). E introducimos en el horno durante unos 45 minutos o hasta que pinchemos con un palito y éste salga limpio.
Dejamos enfriar en el propio molde antes de darle la vuelta.



Mermelada de frambuesa:
200 grs de frambuesas congeladas
1 vaso de agua
3/4 vaso de azúcar

La mermelada es opcional, pero es fácil de preparar, ya que se incorporan todos los ingredientes en un cazo a fuego medio durante una media hora o hasta que se haya consumido la mayor parte del agua.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Lamingtons

Lamingtons: pastel originario de Australia, en forma de cubo y con cobertura de chocolate, mermelada y coco.



Cuando en casa descubrimos esta receta nos pareció de lo más sencillo de preparar, pero al ponernos a ello... os diré que tiene su ciencia...  Pero como siempre digo, todo es ponerse a ello y tener todos los ingredientes ordenados, pesados y preparados, el resto... es sólo paciencia! ... y ganas de algo dulce!

La receta consta de dos partes: realizar una genovesa (o bizcocho) y recubrir trozos de este bizcocho con frambuesa, chocolate y coco.  Podemos utilizar un bizcocho que hayamos hecho en casa el día anterior, y así será todavía más fácil.

Pues...

Ingredientes
Para la genovesa (para un molde de 20 x 30 cms):
5 huevos
155 grs de azúcar
155 grs de harina
45 grs de mantequilla derretida

Para recubrir:
50 grs de cacao en polvo
200 grs de azúcar glacé
10 cl de agua hirviendo
25 grs de mantequilla
una cucharadita de vainilla
1 bote de confitura de frambuesa (o melocotón, o la que os guste)
150 grs de coco rallado

Genovesa:

Precalentamos el horno a unos 180º.

Batimos los huevos con el azúcar enérgicamente, durante 5 minutos, hasta que la mezcla se quede de un color blanquecino y triplique su volumen. Es importante tener unas varillas eléctricas o una máquina que nos ayude con este trabajo, ya que al no llevar levadura, los huevos deben estar muy montados para que la masa suba en el horno.

Añadimos la harina, y la mantequilla derretida, y removemos muy suavemente para que no baje el volumen. A continuación, forramos un molde rectangular y vertemos el batido en ella. Si queréis, podéis forrarlo de la forma que tenéis en la foto, para que os sea más fácil de desmoldar.



Horneamos unos 20-30 minutos o hasta que al introducir un palito éste salga limpio. Desmoldamos y enfriamos.



Recubrimientos:

Ponemos el cacao y el azúcar glacé en un pequeño bol, agregamos el agua hirviendo, la mantequilla y la vainilla, y sin dejar de remover, lo ponemos al baño María, hasta que se derrita la mantequilla.

Por otro lado, en un cazo calentamos la confitura que hayamos elegido con un par de cucharadas de agua.

Preparamos los pasteles:

Para el montaje final, es interesante tener cortada la genovesa en cuadrados y tener organizada una especie de cadena de montaje, de forma que: primero pasamos los cuadrados por la confitura, después los bañamos en cobertura de chocolate y finalmente se pasan por el coco rallado.
Debemos dejarlos enfriar durante, al menos una hora. Duran frescos, al menos, un par de días.


martes, 22 de noviembre de 2011

Thanksgiving Pumpkin Pie

Cuarto jueves del mes de Noviembre, hoy es Acción de Gracias.
La primera celebración fue en el año 1621, cuando un grupo de colonizadores ingleses, después de convivir con los indios Wampanoag durante todo un año, proclamaron "el día de dar las gracias" por haber sobrevivido a un duro invierno.



Quizás lo más famoso de esta cena sea el gran pavo relleno con su salsa de arándanos, pero los postres tampoco se quedan atrás. Y aunque en nuestro país no se celebra, sí que podemos disfrutar de uno de sus platos más típicos: la tarta de calabaza (Pumpkin Pie). Y aunque en un principio, el término calabaza para un postre suene un poco atípico, os prometo que os encantará y repetiréis.



Pues...

Ingredientes (para un molde de unos 25 cms de diámetro):
1 calabaza dulce pequeña (1-2 kgs)
2 láminas de masa brisa ya preparada
3 huevos
175 grs de azúcar moreno
1 cucharada de maicena
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de canela
1/2 cucharadita de jengibre
1 cucharadita de vainilla
1/4 cucharadita de nuez moscada
375 ml de leche evaporada

Acompañar con: nata montada o crème fraîche, y canela.




Antes de nada, cortamos la calabaza en "gajos" o trozos grandes y la introducimos en el horno a 220º durante unos 50 minutos o hasta que esté tierna. Cuando ya esté lista, retiramos del horno y extraemos toda la pulpa, sin pepitas. Dejamos enfriar totalmente (esta parte puede hacerse el día anterior).





Forramos el molde con una de las masas de pasta brisa y recortamos los bordes, si sobresalieran demasiado, y untamos con un huevo batido.


 



Con la otra masa, y un molde estrellas/hojas/o lo que tengamos por casa, vamos recortando trozos de masa que iremos colocando sobre las esquinas. Untamos también de huevo batido. Reservamos el huevo que nos sobre.






Sobre el molde, colocamos un papel de hornear, y unos alubias/garbanzos para que la masa no suba al hornear. Metemos en el horno a 190º durante unos 10 minutos, le sacamos las alubias/garbanzos y horneamos unos 5 minutos más.

Para preparar el relleno:
Batimos el puré de la calabaza que tenemos a enfriar, junto con el huevo que nos ha quedado anteriormente y dos más. Además, añadimos: canela, jengibre, maicena, vainilla, nuez moscada, leche evaporada, sal y azúcar moreno (en las cantidades indicadas anteriormente).

Vertemos el relleno sobre el molde y horneamos a 180º durante 40 minutos.

La tarta se sirve fría con nata montada o crème fraîche, espolvoreada con canela.


martes, 15 de noviembre de 2011

Hatillos de Chocolate

Acabo de hacerlos y ya os los quiero enseñar. Estos hatillos de pasta filo con chocolate y manzana están deliciosos, y os lo digo con el sabor de uno de ellos aún en mi paladar...



Sé que algunos creeréis que trabajar con pasta filo es un engorro y que suena muy "pitiminí", pero no es así. La pasta filo o brick es una masa extra fina que se prepara con harina, agua y un poco de aceite o mantequilla. Con ella se preparan los famosos baklavas, el strudel o, como en este caso, hatillos dulces o salados.

Hoy no vamos a preparar esta masa porque es un engorro y actualmente la venden en muchas tiendas a buen precio, así que no vale la pena invertir tiempo en hacerla.

Pues allá vamos!

Ingredientes:

50 grs de mantequilla fundida
85 grs de almendras molidas
125 ml de créme fraîche
2 manzanas pequeñas peladas y ralladas
100 grs de chocolate fundido
1 paquete de láminas de pasta filo cortadas en cuadrados de unos 15 cms de lado
azúcar glacé para espolvorear

Preparamos el relleno en un bol, mezclando las almendras, la nata, el chocolate y la manzana.


Colocamos las láminas de filo de cuatro en cuatro. Untando cada cuadrado con mantequilla, y colocando uno encima del otro. Disponemos una cucharada de relleno en el centro y levantamos las esquinas y las retorcemos como en la foto.







Colocamos los hatillos en una bandeja de horno y los cocemos a 175º durante unos 10 minutos.







Espolvoreamos con azúcar glacé.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Moelleux au chocolat

Estoy segura de que todos habéis probado este postre alguna vez en alguna celebración o en algún restaurante, pensando: "qué cosa tan rica, pero... qué complicado debe de ser!". Pues no.

La única complicación del moelleux es su pronunciación francesa: /mualé/, y que debemos tener un horno eléctrico que nos mantenga la temperatura exacta los 7 minutos de cocción. De hecho, la cocción rápida es la que permite que el exterior quede lo suficientemente duro para sostenerse de pie y el corazón se derrita.



La preparación perfecta ha de realizarse en moldes de silicona individuales, de los que utilizamos para los muffins, ya que así nos serán mucho más fáciles de desmoldar.

Si los vamos a presentar como postre en una cena en casa, podríamos tener de antemano la masa ya preparada (incluso del día anterior, siempre en la nevera) y hornear en el último momento.



Como imagino que ya se os está haciendo la boca agua, allá vamos con los ingredientes:

(salen unos 10)
250 grs de chocolate fondant en trozos
175 grs de mantequilla cortada en cubitos
125 grs de azúcar glasé
75 grs de harina
5 huevos

Fundimos chocolate y mantequilla en el microondas con mucho cuidado de que no se nos vaya a quemar.

En otro bol mezclamos azúcar, harina y huevos.

Mezclamos ambas preparaciones.

Untamos de mantequilla los moldes y vertemos la preparación.

Con el horno previamente precalentado, horneamos a 200º durante 7 minutos exactos. Sacamos el molde del horno y dejamos descansar unos 5 minutos. Desmoldamos con cuidado y servimos caliente con una bola de helado, un poco de nata montada o, como en nuestro caso, con una cucharada de créme fraîche (mi favorita).

¿Qué? ¿Difícil?

viernes, 28 de octubre de 2011

Buñuelos de viento...

...o de aire...



Ya que estamos en época de "santos", aquí van los buñuelos...
Y lo mejor de todo es que se preparan con ingredientes que tenemos todos en casa: harina, huevos, azúcar, leche...



La parte más complicada en el momento fritura, que tiene su técnica. No creáis que los primeros os saldrán perfectos pero poco a poco llegaréis a hacerlos de esa forma perfectamente redonda. Yo he tenido la inestimable ayuda de un pinche matemático que se ha encargado del tema: "figura geométricamente perfecta: el círculo".



Como siempre digo, ¡os animo a intentarlo! Vamos a ver...

Ingredientes:

300 ml de leche
1/4 vaso de agua
corteza de un limón
cucharada de esencia de vainilla
pizca de sal
cucharada de mantequilla
120 grs de harina
3 huevos

Aceite de girasol para freir
Azúcar y canela para el rebozado final


Aromatizamos la leche: en un cazo calentamos el agua, la leche, la vainilla, la corteza del limón y una pizca de sal durante unos 15 minutos.
Colamos esta preparación y volvemos a verter en el mismo cazo junto con la mantequilla. Al fuego.

Cuando empiece a hervir, lo separamos del fuego e incorporamos la harina de una sola vez. Removemos con una cuchara de madera y lo colocamos de nuevo sobre el fuego hasta que la masa se separe de las paredes del cazo (¡que no se queme!).

En un bol batimos los huevos, y los vamos incorporando a la masa anterior (sin dejar enfriar) hasta que estén incorporados en su totalidad. Aquí hay que tener un poco paciencia...

En un cazo bastante profundo incorporamos suficiente aceite para freír (yo utilizo aceite de girasol porque no quiero que los dulces tengan un sabor fuerte a aceite, pero podríais utilizar aceite de oliva muy suave, 0,4º).

Con dos cucharillas, vamos formando los buñuelos, de forma más o menos redonda y los añadimos al aceite bien caliente. Freímos y colocamos en un plato con papel absorbente.

Mezclamos azúcar y canela a nuestro gusto y rebozamos los buñuelos.

martes, 18 de octubre de 2011

Cinnamon Rolls

Ahora que sí parece que el tiempo empieza a ser más propio de esta época del año, qué mejor que preparar unos bollos al calor del horno. Los que hoy vamos a cocinar son típicos del norte de Europa y del norte de América, e ideales para el desayuno.



Tienen un maravilloso olor a canela, así que los van a adorar los fans de esta especia.

Los he preparado en un molde rectangular (de los que se usan para lasaña), pero si no lo tenéis, podríais utilizar cualquier otro que sea lo suficientemente alto para que no sobresalgan demasiado al cocer.





Pues vamos a ello,

Ingredientes:

Para la masa:
600 grs de harina
100 grs de azúcar
1/2 cucharadita de sal
35 grs de levadura de panadería
100 grs de mantequilla ablandada
400 ml de leche
2 huevos

Para el relleno:
150 grs de mantequilla ablandada
150 grs de azúcar
1 1/2 cucharaditas de canela

1 huevo, batido, para untar

Mezclamos en un bol, la harina, el azúcar, la sal y la levadura. Reservamos.

En otro bol, mezclamos la mantequilla ablandada, la leche y los huevos. Y vamos añadiendo la mezcla anterior poco a poco (si utilizamos amasadora, ponemos el gancho y amasamos todo junto), hasta que nos quede lisa y elástica, sin que se pegue a los dedos (yo necesité añadir un par de cucharadas más de harina). Formamos una bola y la dejamos reposar en un bol untado en aceite. Cubrimos con film transparente y dejamos reposar unos 25 minutos (si queremos, podemos utilizar el truco del horno precalentado a 50º, para que suba más rápido).

Cortamos una tercera parte de esta masa y la estiramos al tamaño del molde que vamos a utilizar, la colocamos en éste como base de nuestros rollos.

Mezclamos en un bol los ingredientes del relleno y reservamos.


Estiramos el resto de la masa en un rectángulo de aproximadamente 50 x 25 cms. Y untamos el relleno de canela por encima, dejando la parte más alejada sin relleno para que al cerrar el rollo no sobresalga.






Hacemos un rollo gigante y lo cortamos en pedazos (rolls) de unos 2 cms de ancho (os saldrán unos 20). Colocamos los rolls en línea encima de la masa que ya habíamos colocado en el molde. No te preocupes si parece que se van a deshacer, al hornearlos suben y se quedan perfectos. Pincelamos con el huevo batido y dejamos reposar durante 15 minutos más.




Precalentamos el horno a unos 230º y los cocinamos unos 20-25 minutos (depende del horno), o hasta que se vena dorados.







Calentitos, deliciosos...




miércoles, 5 de octubre de 2011

El otoño... Tarta de Castañas

Parece que el verano no quiere dejar pasar al otoño, pero la naturaleza sigue su curso y llega el tiempo de la vendimia y de las castañas...




Como nunca sabía qué hacer con tantas castañas, he descubierto esta tarta que, además de fácil, parece que gusta en casa. La receta es de Iñaki Oyarvide, pero la he modificado a mis gustos. Tiene la textura de una tarta de queso cocida, pero el sabor de las castañas la hace muy peculiar. La presentación perfecta es con chocolate espeso de base.



Y aquí van los ingredientes para un molde de base extraíble de unos 20-22 cms de diámetro: (si el molde que tenéis en casa es más grande o más pequeño, adaptad las medidas en la mitad o en lo doble)


Base:
150 grs de galletas tipo maría
50 grs de mantequilla derretida
1 chorrito de brandy
un puñado de gotitas de chocolate

Relleno:
300 grs de castañas
300 grs de requesón o crema de queso
125 grs de azúcar
4 huevos
200 ml de nata
200 ml de leche

Para la base, trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla y el brandy. Incorporamos las gotitas de chocolate.
Colocamos esta mezcla en la base de la tarta, apretando con los dedos para que no quede ni un solo hueco. Horneamos unos 10 minutos a 175º para que se endurezca. Reservamos.

Mientras, hacemos unas incisiones en las castañas.

Hervimos agua en una olla y cuando rompa a hervir introducimos las castañas durante unos 15 minutos. Escurrimos, pasamos por agua fría y vamos extrayendo la pulpa, sin corteza ni piel.

Trituramos las castañas y añadimos todos los ingredientes del relleno. Batimos bien, hasta que quede bien fino. Ponemos en el molde y horneamos unos 45-60 minutos a 175º. Como siempre digo, el tiempo de horneado depende del molde, del horno, etc... así que debemos tener cuidado. Dejamos enfriar y acompañamos con un par de cucharadas de chocolate espeso.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Conservas y otras empanadas... "mentales"


Conserva: “Carne, pescado, fruta, etc., preparados convenientemente y envasados herméticamente para ser conservados comestibles durante mucho tiempo”. Y aunque este blog habla fundamentalmente de postres, y bollería, me vais a permitir que también os prepare algún tentempié…



Cuando una de mis mejores amigas, Sandra, me llamó hace un par de semanas para ver si quería participar del proceso de la conserva de atún con su madre y su tía, no lo dudé, sabía que sería interesante. Y aquí está el resultado: un rico atún conservado en aceite.

El proceso es largo pero sencillo. Aquí os lo explico con algunas fotos:




Preparamos el pescado en trozos sin piel y con la mínima cantidad de espinas (esto lo prepara normalmente la pescadera/o, así que, un trabajo menos). 





Y ponemos a cocer los lomos en agua con sal, aproximadamente unos 20-30 minutos, dependiendo de la pieza. Sabremos que está listo cuando esté totalmente blanco, por fuera y por dentro. 







Dejamos templar. 







Cortando el atún con las manos, iremos rellenando los botes, previamente hervidos o lavados en el lavavajillas. Los rellenamos de aceite (en nuestro caso, de oliva virgen). Comprobamos con una aguja de calcetar, o algo parecido, que no nos queden huecos de aire y que el aceite lo cubra todo. 







Cerramos los botes y los ponemos en una cazuela. Rellenamos con agua. Y ponemos a hervir. Dejamos que hiervan durante 45 minutos y dejamos enfriar sin sacar los botes ni el agua, hasta el día siguiente. 

La conserva estará lista a partir del décimo día. ¡Gracias, chicas!




Hace un par de días abrimos la primera conserva en casa, y preparamos, como no, una empanada gallega. Imagino que todos vosotros sabéis prepararla, pero por si acaso, aquí va la receta para un molde redondo de unos 22 cms de diámetro:

Ingredientes:

Para la zaragallada (relleno):
5 cebollas medianas
1 diente de ajo
4 cucharadas de tomate frito casero
200 grs de atún
aceite
sal

Para la masa:
250 grs, y un poco más, de harina
10 grs de sal
150 ml de agua
20 grs de levadura fresca
un chorro de aceite

un huevo para pintar




Preparamos la masa, haciendo un volcán con la harina, sobre el que vamos añadiendo el agua, el aceite y la sal. Amasamos. Por último, añadimos la levadura con un poquito de agua. Dejamos reposar (mi truco: tapada con un paño húmedo en el horno apagado pero precalentado a 50º) hasta que doble su tamaño. 



Mientras, preparamos la “zaragallada” sofriendo la cebolla y el ajo en una sartén con un par de cucharadas de aceite (acuérdate de la sal). Cuando esté lista, añadimos el tomate y revolvemos.







Estiramos la mitad de la masa en una superficie enharinada, y colocamos sobre el molde. Rellenamos de la “zaragallada” y el atún. 






Tapamos con la otra mitad de la masa. Cerramos y pinchamos varias veces con un tenedor. Pintamos la superficie con el huevo batido.

Horneamos durante unos 30 minutos a 200º.