Caramel Cake

Hoy os voy a contar el secreto de un buen cake: utilizar buttermilk (suero de mantequilla). Es un suero lácteo de color amarillento, menos espeso que la nata y más amargo. La venden en algunos supermercados, pero como no es fácil de encontrar os doy un truco para que la hagáis en casa: mezclar leche entera con zumo de limón, y ya la tendréis lista para utilizar. ¿Veis qué fácil?
Los bizcochos que contienen buttermilk entre sus ingredientes en vez de leche, también deben contener bicarbonato, para neutralizar su acidez.

Hoy hemos preparado un cake con cobertura de caramelo, que le da un toque especial. Para preparar este toffee necesitamos un par de cucharadas de sirope de maíz, que lo podéis encontrar en muchos supermercados. Le hago una foto para que reconozcáis el envase:

Os diré que este cake dura unos 4 días fresco, aunque en casa el primer día... voló! Y allá vamos:

Antes de nada, preparamos el buttermilk mezclando 1 taza de leche con el zumo de un limón, y dejamos reposar 10 minutos hasta que se empiece a cuajar. Batimos con unas varillas y listo. Reservamos.

El resto de los ingredientes:
2 tazas de harina
1 cucharadita de levadura
1 cucharadita de bicarbonato
1/2 cucharadita de sal
110 grs de mantequilla
1 taza de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
2 huevos
la taza de buttermilk

Para el glaseado de caramelo:
250 ml de nata
1/2 taza de azúcar moreno
2 cucharadas de sirope de maíz
1 cucharadita de esencia de vainilla
1/2 cucharadita de sal

Preparamos el cake:

Untamos con mantequilla un molde redondo de unos 20 cms de diámetro. Forramos el fondo con papel de hornear.

Mezclamos harina, levadura, bicarbonato y sal en un bol. Resrvamos.

Batimos la mantequilla y el azúcar durante unos 10 minutos, hasta que tengamos una mezcla blanquecina. Añadimos la vainilla. Incorporamos los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adicción. E incorporamos el buttermilk que ya teníamos preparado.

Añadimos la mezcla de harina en tres veces, mezclando bien.

Vertemos la mezcla en el molde y horneamos a 180º durante unos 35-40 minutos aprox.

Desmoldamos con cuidado y dejamos templar.

Preparamos el caramelo:

En un cazo, vertemos la nata, el azúcar, el sirope y la sal. Lo ponemos al fuego medio y no dejamos de remover hasta que se haya disuelto el azúcar. A partir de ahí, en unos 15-20 minutos, removemos de vez en cuando hasta que coja la consistencia de un caramelo (cuando hierva). Si es necesario, dejado un ratillo más. Finalmente incorporad la vainilla, y vertemos el caramelo sobre el cake.
Truco: el caramelo (toffee) se solidifica muy rápido, así que verterlo sobre el cake en cuanto esté listo.
En 10 minutos, estará solidificado y listo para comer! Ñam ñam!

Orellas... de Entroido (Orejas de Carnaval)

Esta es una de esas recetas en las que, después de llamar a tu abuela para que te diga cómo preparar este postre, te quedas con frases como: "...la que admita..." o "...eso ya lo ves tú...". Y al final no te atreves a hacer nada porque no tienes ni idea de lo que significa todo eso. Pero en cocina no hay que tener miedo ya que con "prueba y error" se aprende mucho más. Si esta vez no salen, ya saldrán la próxima vez!! De todos modos, yo he medido los ingredientes, así que os será más fácil.

Para todos aquellos ajenos a la cultura gallega, las orejas son fritos de masa que se preparan normalmente para el carnaval. Las casas se llenan de olor a anís. Y es verdad que el tamaño, normalmente, es considerable, pero en casa nos gustan prepararlos  en porciones más o menos pequeñas porque son más cómodos de freír y de comer!

Ingredientes para unas 10 orejas grandes o 15 pequeñas:

1 huevo batido
aceite para freir
150 grs de harina
100 grs de mantequilla
1 pizca de sal
1 chorrito de anís (o esencia)
1 cucharadita de ralladura de limón (este toque es original de mi abuela)

azúcar glacé para adornar

Derretimos la mantequilla en un cazo. Lo retiramos del fuego y añadimos la sal y la harina a cucharadas (mezclando bien después de cada incorporación). Hasta que nos quede una textura como la de la foto.

Agregamos el huevo batido, la ralladura de limón, el anís (esencia) y un chorrito de aceite. Mezclamos bien y dejamos enfriar.

Estiramos la masa con el rodillo (cuanto más finas, mucho mejor), ayudándonos de un poco más harina, para que no se nos peguen. La cortamos en láminas pequeñas.

Freímos en abundante aceite dándoles la forma que más os apetezca.
Las colocamos sobre papel absorbente y cuando estén frías, espolvoreamos con el azúcar glacé.

Filloas con crema

Llegan el carnaval y sus dulces...

La de hoy es una receta básica ya que las filloas (o crépes) pueden rellenarse de casi cualquier cosa. Hoy vamos a rellenarlas de crema pastelera, que son las que más me gustan, y las que mi abuela llama "niños envueltos". Si necesitamos un postre rápido, podemos rellenarlas con un puré de plátano o mermelada y servirlas con un poco de chocolate derretido, que también estarán deliciosas. De todos modos, os diré que esta crema pastelera es facilísima de preparar, además, está deliciosa y os puede servir para rellenar cualquier tipo de tarta o bizcocho. Una vez la probéis, no volveréis a los "sobres" de preparados de flan, os lo aseguro!

Eso sí, necesitamos unos buenos huevos! ;-)

Ingredientes para filloas (os saldrán unas 6 o 7):
3 huevos
50 grs de mantequilla derretida y fría
50 grs de harina
1/2 vaso de leche

Batimos los huevos y añadimos la harina, la mantequilla y la leche. Ya tenemos el batido.
Con ayuda de un pincel, engrasamos una sartén antiadherente con un poco de mantequilla y añadimos una cucharada del batido (lo mejor es utilizar un cucharón de servir sopa).

Removemos la sartén de forma que quede repartido uniformemente (cuanto más fina, mejor). Cuando esté cuajado, le damos la vuelta con cuidado y dejamos dorar.

Ingredientes para crema pastelera:
500 ml de leche
75 grs de azúcar
35 grs de harina de trigo
15 grs de harina de maíz
un chorro de leche
1 palo de vainilla
1 huevo
3 yemas

Hervimos en un cazo la leche con el palo de vainilla abierto. Sacamos el palo, escurriendo bien las semillas de vainilla en la leche. Reservamos.
En un bol, ponemos el azúcar, las harinas y mezclamos. Añadimos un chorro de leche fría y mezclamos. Añadimos las yemas y el huevo, batiendo bien después de cada adición.
Ponemos la leche a calentar a fuego medio, y añadimos la mezcla del bol. Removemos sin parar hasta que comience a espesar. Lo sacamos del fuego inmediatamente. No puede hervir!

Y ahora sólo queda rellenar las filloas con la crema pastelera, antes de que enfríe.

New York Bagels

Todos los que me conocen saben que New York es mi ciudad favorita. Y quiero darle un homenaje con estos bagels caseros, aunque no sean auténticamente neoyorquinos.

Para aquellos que estén perdidos o no hayan viajado nunca a Estados Unidos, os diré que los bagels son una especie de rosquillas de pan que antes de hornear, se cocinan en agua brevemente para que queden densos con una corteza ligeramente crujiente. No debemos confundirlos con los donoughts, que también son de origen judío.

Normalmente se consumen cortados y rellenos, como si fueran bocadillos, o simplemente solos. El típico desayuno neoyorquino es un bagel relleno de queso crema y unas lonchas de salmón ahumado, pero hay muchísimas variedades, de hecho, suelen mezclar el queso con otros muchos ingredientes: cebolla, tomate, huevos o incluso frutas y mermeladas... También pueden prepararse como tostadas, cortándolos a la mitad e introduciéndolos en una tostadora.

En casa los hemos preparado para la cena, de queso, bacon y aguacate; y de queso, bacon y huevos fritos. Pero vosotros podéis hacerlos de los ingredientes que más os gusten: salados o dulces.

Allá vamos,

Ingredientes (salen unos 6 bagels grandes):
125 ml de agua templada
125 ml de leche templada
15 grs de levadura fresca
450 grs de harina
2 cucharaditas de sal
1 cucharadita de azúcar
30 grs de mantequilla derretida
1 huevo
semillas de sésamo (o de amapola)
Y los ingredientes que más os gusten para el relleno.

Mezclamos el agua y la leche, y separamos 4 cucharaditas de esta mezcla con la levadura. Dejamos actuar unos 5-10 minutos.
En el bol de la amasadora mezclamos la harina, la sal, el azúcar, y vamos añadiendo la mantequilla, el resto de la mezcla de agua y leche, y la clara de huevo ligeramente batida. Finalmente añadimos la mezcla de levadura y amasamos durante 10 minutos.
Si no tenemos amasadora, podemos hacer un volcán con la harina e ir incorporando en el centro, el resto de ingredientes. Amasamos a mano hasta que nos quede una masa blanda.


En un bol previamente untado de aceite, colocamos nuestra masa dándole vueltas para que se quede también engrasada y tapamos con un trapo húmedo y dejamos reposar en un lugar libre de corrientes, hasta que doble su volumen.

Desinflamos la masa con un golpe y dividimos la masa en 6 porciones (o en las porciones que queramos preparar). Formamos unas bolas con las manos untadas de aceite y les hacemos un agujero con nuestro dedo pulgar. Estiramos la masa para engrandecer el agujero y colocamos los bagels sobre una bandeja de horno previamente engrasada o con papel de hornear. Los tapamos con el paño húmedo y dejamos reposar otros 10 minutos más.

Mientras, hervimos suficiente agua en una cazuela grande, reducimos la temperatura.
Metemos un bagel en el agua y contamos hasta 5. En ese momento, lo retiramos con una espumadera y lo volvemos a colocar sobre la bandeja de horno. Repetimos el proceso con todos nuestros bagels.
Batimos la yema de huevo con dos cucharadas de agua y pincelamos los bagels con la mezcla. Espolvoreamos con las semillas de sésamo (o de amapola).

Introducimos en el horno precalentado a 220º, durante unos 20-25 minutos.
Rellenamos con los ingredientes que más nos gusten!!

Bizcocho en Rosa...

... con fresas!

El frosting que he realizado es en un color divertido, pero podéis variarlo a vuestro gusto, e incluso no utilizar colorante, os quedará igualmente de sabroso. Eso sí, es muy interesante y le da una gracia especial al pastel. No dejéis de realizarlo. Es muy sencillo.

El bizcocho es una variante de una de las receta de la maravillosa Bakerella. Su web está llena de delicias y buenos consejos. Aconsejada 100%.

He incorporado unas fresas frescas para que le den una gracia especial, pero si os apetece podéis prescindir de ellas.

En mi primer intento, realicé mucho cantidad y me salieron dos pasteles: uno lo hice en el molde de cake y otro en un molde redondo. Ambos deliciosos.

Os doy los ingredientes para un molde de cake de 22 cms de largo o uno desmoldable redondo de unos 20 cms de diámetro. Eso sí, tened cuidado en el horno y pinchad el pastel con un palito para saber si está listo.

Cream Cheese Cake:

200 grs de harina

1 cucharada de levadura

100 grs de queso de untar

100 grs de mantequilla a temperatura ambiente

150 grs de azúcar

3 huevos

1/2 taza de leche

1 cucharadita de vainilla

250 grs de fresas

En un bol, mezclamos harina y levadura. Reservamos.

Batimos el queso, la mantequilla y el azúcar, durante unos 6 minutos.

Añadimos los huevos, batiendo bien después de cada adición. La vainilla y la leche. Y finalmente la mezcla de harina con levadura.

Cortamos las fresas en láminas más o menos gruesas y las enharinamos ligeramente antes de añadir al batido. Mezclamos con cuidado.

Vertemos sobre el molde que hayamos elegido, bien engrasado, y horneamos a 160º durante unos 45-60 minutos.

Cream Cheese Icing:

25 grs de queso de untar

1 cucharada de mantequilla a temperatura ambiente

125 grs de azúcar

2 cucharadas de leche

colorante rosa (opcional)

Batimos la mantequilla con el queso. Añadimos azúcar y leche hasta que se combinen bien.

Extender sobre el bizcocho ya frío.

Si queréis realizar el dibujo en chocolate, después de que el frosting esté totalmente frío, podéis derretir un poco de mantequilla con chocolate fondant e ir dibujando líneas perpendiculares con ayuda de un cuentagotas o una cucharilla.