Ya que la mejor época del año, el otoño, está entre
nosotros, he decidido comenzarlo con esta receta tan típica de las películas
americanas. Sí, esa tarta que siempre dejan a enfriar en el rellano de una
ventana y que finalmente desaparece por alguna situación cómica. Y es que
dejarla enfriar después de dejar toda la casa con un aroma tan dulce, es todo
un sacrificio.
La masa que hemos preparado para la tarta, se puede utilizar
para la tarta de cerezas que habíamos preparado hace algún tiempo. Pero si no
tenemos tiempo de prepararla, podremos hacerla con un par de hojas de hojaldre
frescas.
El molde de esta receta es un “pie plate”, algo así como un
plato hondo que puede meterse al horno. Pero si no lo tenéis, os servirá un
molde de tarta con los bordes ondulados.
Masa básica de tarta:
2 ½ tazas de harina
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de azúcar
150 grs de mantequilla
¼ taza de agua fría
Para el relleno:
¼ taza de harina
el zumo de un limón
2 kgs de manzanas (Granny Smith, Gala…)
¾ taza de azúcar
1 cucharadita de canela
½ cucharadita de sal
2 cucharadas de mantequilla cortada en cuadraditos
Combinamos harina, sal y azúcar. Añadimos la mantequilla
cortada en cuadraditos hasta que tenga consistencia de pan rallado. Añadimos el
agua, amasamos levemente, y ponemos la masa en dos trozos de papel
transparente, que introduciremos en la nevera durante 1 hora.
Mientras tanto, pelamos y despepitamos las manzanas y las
vamos cortando de la siguiente forma: cortamos en cuatro y después el lonchas.
A medida que vamos cortando las manzanas, las colocaremos en un bol grande con
el zumo de limón, para que no se oxiden. Cuando terminemos, añadimos la harina,
canela, azúcar y sal, y mezclamos.
Estiramos uno de los paquetes de masa que hemos dejado
reposar en la nevera, sobre una encimera enharinada, y colocamos sobre el
molde.
Rellenamos con la manzana. No nos va a importar que
sobresalga ya que la manzana mengua mucho al hornear. Colocamos los trocitos de mantequilla por encima. Batimos el huevo, y untamos a los bordes de la masa que
sobresale del molde.
Estiramos el otro paquete de masa y lo colocamos sobre la
manzana. Recortamos lo que nos sobra, y vamos haciendo el anillo de la tarta
con los dedos, de la forma que veis en la foto.
Le hacemos unos cortes en el centro, y la introducimos en el
horno precalentado a 220º, durante 20 minutos, la rejilla en la posición más
baja! Después bajamos la temperatura a 190º y dejamos hornear 50 minutos más, o
hasta que la manzana haga burbujas (“bubbling”) a través de los cortes.
Cuidado con el horno porque la tarta se quema con facilidad,
sobre todo los primeros 20 minutos. Así que si veis que esto sucede, tapad la
tarta con papel de aluminio durante el resto de la cocción.
Dejamos enfriar totalmente, al menos, 6 horas.
Y para terminar, qué mejor que escuchar la maravillosa voz de Ella Fitzgerald en: Early Autumn.
Y para terminar, qué mejor que escuchar la maravillosa voz de Ella Fitzgerald en: Early Autumn.
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