domingo, 5 de febrero de 2012
New York Bagels
Todos los que me conocen saben que New York es mi ciudad favorita. Y quiero darle un homenaje con estos bagels caseros, aunque no sean auténticamente neoyorquinos.
Para aquellos que estén perdidos o no hayan viajado nunca a Estados Unidos, os diré que los bagels son una especie de rosquillas de pan que antes de hornear, se cocinan en agua brevemente para que queden densos con una corteza ligeramente crujiente. No debemos confundirlos con los donoughts, que también son de origen judío.
Normalmente se consumen cortados y rellenos, como si fueran bocadillos, o simplemente solos. El típico desayuno neoyorquino es un bagel relleno de queso crema y unas lonchas de salmón ahumado, pero hay muchísimas variedades, de hecho, suelen mezclar el queso con otros muchos ingredientes: cebolla, tomate, huevos o incluso frutas y mermeladas... También pueden prepararse como tostadas, cortándolos a la mitad e introduciéndolos en una tostadora.
En casa los hemos preparado para la cena, de queso, bacon y aguacate; y de queso, bacon y huevos fritos. Pero vosotros podéis hacerlos de los ingredientes que más os gusten: salados o dulces.
Allá vamos,
Ingredientes (salen unos 6 bagels grandes):
125 ml de agua templada
125 ml de leche templada
15 grs de levadura fresca
450 grs de harina
2 cucharaditas de sal
1 cucharadita de azúcar
30 grs de mantequilla derretida
1 huevo
semillas de sésamo (o de amapola)
Y los ingredientes que más os gusten para el relleno.
Mezclamos el agua y la leche, y separamos 4 cucharaditas de esta mezcla con la levadura. Dejamos actuar unos 5-10 minutos.
En el bol de la amasadora mezclamos la harina, la sal, el azúcar, y vamos añadiendo la mantequilla, el resto de la mezcla de agua y leche, y la clara de huevo ligeramente batida. Finalmente añadimos la mezcla de levadura y amasamos durante 10 minutos.
Si no tenemos amasadora, podemos hacer un volcán con la harina e ir incorporando en el centro, el resto de ingredientes. Amasamos a mano hasta que nos quede una masa blanda.
En un bol previamente untado de aceite, colocamos nuestra masa dándole vueltas para que se quede también engrasada y tapamos con un trapo húmedo y dejamos reposar en un lugar libre de corrientes, hasta que doble su volumen.
Desinflamos la masa con un golpe y dividimos la masa en 6 porciones (o en las porciones que queramos preparar). Formamos unas bolas con las manos untadas de aceite y les hacemos un agujero con nuestro dedo pulgar. Estiramos la masa para engrandecer el agujero y colocamos los bagels sobre una bandeja de horno previamente engrasada o con papel de hornear. Los tapamos con el paño húmedo y dejamos reposar otros 10 minutos más.
Mientras, hervimos suficiente agua en una cazuela grande, reducimos la temperatura.
Metemos un bagel en el agua y contamos hasta 5. En ese momento, lo retiramos con una espumadera y lo volvemos a colocar sobre la bandeja de horno. Repetimos el proceso con todos nuestros bagels.
Batimos la yema de huevo con dos cucharadas de agua y pincelamos los bagels con la mezcla. Espolvoreamos con las semillas de sésamo (o de amapola).
Introducimos en el horno precalentado a 220º, durante unos 20-25 minutos.
Rellenamos con los ingredientes que más nos gusten!!
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Que buenos que estan.. ;-P
ResponderEliminarRebuenos parecen. los de los huevos fritos, por dios, que fame!!!!
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