Ha pasado casi una semana desde mi último postre, pero ha sido por una semana de vacaciones en Viena. Así que, con los ánimos renovados y de vuelta a la realidad, aquí tenemos una nueva receta.
En casa nos encantan los mini-postres y los realizamos a menudo en unos vasos de cristal. De chocolate, de yogur, de queso, de nata, de compota, con fruta o con galleta, o con lo que haya por la nevera... Son un recurso estupendo cuando necesitas preparar algo dulce, y no hay tiempo (ni ingredientes extravagantes).
En esta ocasión hemos copiado una receta que han publicado en Whole Kitchen y el resultado es delicioso. Otra forma de comer queso con miel.
Los physalis que adornan el vaso me los ha traído mi amiga Ru, así que a su "garbancita" le dedico este postrecito.
Por si no lo sabéis, los physalis son una bayas carnosas parecidas a las cerezas y que tienen muchísimas propiedades beneficiosas, entre ellas, fortalece el sistema inmunitario y la visión, además de funcionar como antioxidante. Además, los encontraréis con cierta facilidad en muchos supermercados y fruterías y su precio no es excesivamente alto para lo "exótico" que es.
Pues vamos:
Ingredientes:
500 grs de queso batido (o quark)
100 ml de nata
100 grs de azúcar glacè
2 cucharaditas de vainilla
miel
Batimos el queso, la nata, el azúcar y la vainilla, hasta conseguir una crema uniforme. Reservamos en la nevera hasta que vayamos a consumir (al menos 30 minutos).
En un vaso, añadimos miel al gusto y encima incoporamos la crema de queso.
Podemos adornar con fruta, almendras o galletas trituradas.
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