¡Feliz año! Y ya comenzamos el 2012 con ánimo y ganas de algo dulce.........
Después de tantos días de comilonas, parece que nos apetece un postre más fresco. Al contener un poco de fruta, parece que no nos sentimos tan mal por comer un par de trozos, en vez de todas las grasas que suelen tener todos los típicos dulces navideños.
El nombre de streusel proviene del alemán, que significa "espolvoreado", ya que está cubierto de una mezcla horneada de nueces con harina y mantequilla.
Se realiza en tres partes: base, compota de manzana con la crema de vainilla y el topping de nuez. La verdad es que, al contrario de lo que a veces os digo, estos pasteles no son sencillos de realizar, pero el resultado lo compensa en absoluto. De hecho, su aceptación en casa ha sido absoluta.
Pues los ingredientes para un molde rectangular de unos 28 x 18 cms son:
Para la base:
155 grs de harina
1 cucharada de azúcar glacè
80 grs de mantequilla derretida
1 yema de huevo
Para el "relleno" de manzana y crema:
3 manzanas verdes, peladas y cortadas en trozos
20 grs de mantequilla
4 cucharadas de azúcar glacè
2 huevos
185 ml de nata
1 cucharadita de esencia de vainilla
Para el topping crujiente:
60 grs de harina
2 cucharadas de azúcar moreno
60 grs de nueces cortadas en trocitos
60 grs de mantequilla derretida
Engrasamos o forramos con papel de hornear un molde rectangular de unos 28 x 18 cms, dejando que sobresalga por los lados y así poder desmoldarlo con más facilidad.
Para realizar la base, mezclamos la harina con el azúcar en un bol. Añadimos la mantequilla, la yema de huevo y 2-3 cucharadas de agua. Mezclamos. Cuando tengamos la masa, la estiramos sobre dos papeles de hornear y lo dejamos en el frigo durante unos 20 minutos.
Pasado este tiempo, colocamos la masa estirada sobre el molde y colocamos papel de hornear sobre esta y unas alubias, para que la masa no nos suba. Horneamos durante unos 15 minutos a 190º. Sacamos el papel con las alubias y volvemos a introducir en el horno durante 5 minutos más o hasta que esté dorada. Templamos.
Mientras, para hacer el "relleno" (apple custard), colocamos la manzana en un cazo con la mantequilla, la mitad del azúcar y dos cucharadas de agua. Tapamos y cocinamos hasta que la manzana esté blandita (unos 10 minutos). Con una cuchara de madera vamos aplastando las manzanas hasta que nos quede una especie de compota con tropezones y se nos haya evaporado todo el agua. Reservamos.
En bol aparte, batimos los huevos, la nata, el resto del azúcar y la vainilla.
Cubrimos la base del pastel con la manzana e incorporamos el batido de los huevos. Introducimos en el horno durante unos 20 minutos o hasta que el relleno esté medio hecho.
Para el topping crujiente, mezclamos la harina, el azúcar, las nueces y la mantequilla. Esparcimos esta mezcla sobre el pastel e introducimos, de nuevo, en el horno durante unos 15 minutos más.
Dejamos enfriar antes de desmoldar.
